El maravilloso mundo del cine
Anoche me sentí feliz viendo cómo se desarrollaron los Premios del Cine Europeo 2018, desde Sevilla.
La actriz Rossy de Palma estuvo espectacular, con la simpatía natural y el genio que la caracteriza, se desenvolvió en un perfecto inglés. Hizo de anfitriona de la gala y se veía que lo estaba disfrutando.
El sueño de todo escritor es que algún día se lleven al cine nuestras novelas, así lo comentó también el famoso actor Ralph Fiennes, refiriéndose a las novelas de su madre. Dijo que esa era la ilusión que tiene por realizar.
La actriz Rossy de Palma estuvo espectacular, con la simpatía natural y el genio que la caracteriza, se desenvolvió en un perfecto inglés. Hizo de anfitriona de la gala y se veía que lo estaba disfrutando.
El sueño de todo escritor es que algún día se lleven al cine nuestras novelas, así lo comentó también el famoso actor Ralph Fiennes, refiriéndose a las novelas de su madre. Dijo que esa era la ilusión que tiene por realizar.
Mi felicitación más afectuosa para la cinta polaca "Cold War", de Pawel Pawlikowski. Me llega muy hondo todo lo que esté relacionado con la cultura polaca. Cerca de un mes conviví con una familia nativa, tiempo en el que me agasajaron con sus platos típicos, con su exquisita educación y todo ello hizo que me sintiera un miembro más de su familia.
Conocí Polonia en 2013. Fue un no parar de visitar museos, iglesias, bibliotecas, cafeterías, coger autobuses y tranvías. Me asombraron sus amplios, preciosos y bien cuidados parques. Allí adoran las plantas en todas las gamas de sus colores. Las venden en mercados decorados con gran gusto; el Hala Mirowska, es el más antiguo. Tienen la cultura de las flores en las venas, y tanto en las casas como en los exteriores se disfruta de la exuberancia floral. Las sabrosas fresas, frambuesas, moras y frutas de temporada, que consumen diariamente, me deleitaron.
El avance urbano, que no paraba de construir edificios altísimos y líneas de ferrocarriles en todos los puntos cardinales de su geografía, marchaba a un ritmo frenético. Caminé por el interior de los elegantes palacios, por culpa de mi vértigo no subí al Palacio de la Cultura y la Ciencia. Me metí, por error, al medio de uno de los rodajes de cine. En ese mes, vi más de un equipo de grabación por ciertos barrios de la ciudad.
Admiro el tesón, la resistencia, la fuerza tanto física como psíquica, para soportar los crudos inviernos a los que sobreviven. Si se estudia su duro pasado, el frío es el último problema para ellos. Varsovia fue bombardeada en 1914 y los propios ciudadanos se encargaron de reconstruirla de idéntica manera a como era antes del bombardeo.
Al haber vivido tantos años bajo el mando del comunismo visitan las iglesias con gran fervor, pero lo que me atrapó fue la melodía de Chopin, que sonaba en cualquier banco en el que me sentaba a descansar mis sufridos pies. Enhorabuena Polonia. Eres un país que ha sufrido mucho y tienes grandes historias que contarnos. Espero volver a visitarte.Conocí Polonia en 2013. Fue un no parar de visitar museos, iglesias, bibliotecas, cafeterías, coger autobuses y tranvías. Me asombraron sus amplios, preciosos y bien cuidados parques. Allí adoran las plantas en todas las gamas de sus colores. Las venden en mercados decorados con gran gusto; el Hala Mirowska, es el más antiguo. Tienen la cultura de las flores en las venas, y tanto en las casas como en los exteriores se disfruta de la exuberancia floral. Las sabrosas fresas, frambuesas, moras y frutas de temporada, que consumen diariamente, me deleitaron.
El avance urbano, que no paraba de construir edificios altísimos y líneas de ferrocarriles en todos los puntos cardinales de su geografía, marchaba a un ritmo frenético. Caminé por el interior de los elegantes palacios, por culpa de mi vértigo no subí al Palacio de la Cultura y la Ciencia. Me metí, por error, al medio de uno de los rodajes de cine. En ese mes, vi más de un equipo de grabación por ciertos barrios de la ciudad.
Admiro el tesón, la resistencia, la fuerza tanto física como psíquica, para soportar los crudos inviernos a los que sobreviven. Si se estudia su duro pasado, el frío es el último problema para ellos. Varsovia fue bombardeada en 1914 y los propios ciudadanos se encargaron de reconstruirla de idéntica manera a como era antes del bombardeo.